

MELISA
¢1000 colones cada planta. 3 por ¢2500 colones.

MELISA (Melissa officinalis): La melisa es originaria de la cuenca del mar Mediterráneo. Difundida por el cultivo, se ha naturalizado en toda la Europa templada. Crece de forma silvestre en prados húmedos, claros de bosque, a la vera de los ríos o en setos y campos cultivados, sobre suelos ricos en materia orgánica.
COMPOSICIÓN QUÍMICA:
Catequinas, timol, mucílagos, flavonoides, ácidos fenólicos, ácido hidroxiterpénico, ácido rosmarinico, ácido cafeico y oleanólico, terpenos, taninos, aceite esencial (citral, citronelal y geraniol).
Usos
La Melisa es una de las plantas mas consumidas para calmar los nervios, estados de ansiedad leve, hiper actividad o irritabilidad.
Ayuda a calmar dolores de cabeza, migrañas y jaquecas, en especial de origen nervioso.
Indicada en trastornos del sueño de origen nervioso. La Melisa tiene unas ligeras propiedades narcóticas.
Ayuda a controlar la tensión arterial.
En situaciones de estrés, la Melisa tiene la propiedad de tranquilizarnos y restaurar el equilibrio personal.
Equilibra los altibajos emocionales que a veces se presentan en la menopausia, sube el ánimo y disipa la melancolía.
Calma los dolores de la menstruación, ayudando en su regulación.
Buen afrodisíaco para incrementar el deseo sexual en la mujer.
Tonifica y ayuda a relajar los músculos, y evita la aparición de espasmos.
Alivia dolores de espalda.
Como ya hemos comentado anteriormente, esta planta es muy apropiada para tratar problemas de origen nervioso, como en este caso taquicardias y palpitaciones. Restableciendo el ritmo normal del corazón.
La Melisa es una de las plantas que forman parte de la composición del "agua del Carmen", llamada así porque la fabricaban los monjes Carmelitas Descalzos desde el siglo XVII. Que tradicionalmente la usaban para calmar la ansiedad. Comercializándose hasta nuestros días.
Se emplea también, como componente de algunos licores como el Benedictine.
Para mitigar el mal aliento, masticar unas hojas de Melisa.
Repelente de insectos, y alivio de picaduras.
Tratamiento del hipertiroidismo, junto con la menta de lobo. Ayudando a disminuir la producción del tiroides.
El aceite esencial de Melisa ejerce un efecto sedante.
Las pieles grasas mejoraran su aspecto, si cada noche nos lavamos la cara con una infusión ligera de Melisa.
Las hojas se utilizan, tanto frescas como secas, para aromatizar ensaladas, salsas, sopas, platos de carne y de verduras, postres y confituras. Su sabor alimonado da frescor a las comidas.
RECETAS:
Infusiones:
» Prepara una infusión de 1 cucharadita de hojas de Melisa por taza de agua. Dejar reposar 10 minutos. Tómela dos o tres veces al día.
Tomar un baño relajante, añadiendo al agua una infusión de una cucharada de Melisa, en medio litro de agua.
Para aliviar dolores de cabeza y dolores musculares, hacer alcohol de melisa analgésico, para friccionar la frente y sienes. Añadir un puñado de hojas frescas, sobre medio litro de alcohol de 90º. Se deja reposar al menos 10 días en un frasco de vidrio, agitando de vez en cuando. Filtrar antes de realizar las fricciones.